Esta cosa de la calma

Esta cosa de la calma, y la tranquilidad y dejarse llevar. Y no es que me estrese, me lo tomo todo como viene y con gusto, pero esta tranquilidad, aunque dirigida y cervoasistida.

Pero hay otras calmas, las emocionalicorazones calmas. Que son de otra índole. Son calmas de ansiedad y alegri-penas. Son calmas con camas, y no solo me refiero al sexo, aunque es el que desencadena todas las añoranzas, y metaforiza con juegos imaginerias y colocancias.

Tantos. Por aquí por allá. Los quisiera pensar a todos al mismo tiempo. Los quisiera devorar por completo por perdida de alguna parte, es necesario el tiempo es necesario darte. (en todas las entonaciones e irreverentes interpretaciones).

Donde anduve, donde anda. Donde contuve, cuando guarda. Que no responde, será covarda.

Se abra caído Internet que no me dice, pero albert me habla ( ) no era cosa de redes era cosa de paredes de cables de teléfonos inalámbricos y que el metro a esta hora ya no pasa, la dejara la pancha: me relaja.

Vuelvo a casa después de toda la tarea de la cabeza en ordenanza. Las cosas de un lado a otro, las locaciones y la perseverancia.

Me quedo conforme con este día estacionario.

Me quedo silenciosa y atenta a la próxima orden, no estoy para jugueteos. Acepto las reglas. Y me quedo.

Me quedo

Me quedo

Hasta que chaz

Ya estoy ahí otra vez